El enclave de Trapagaran acogió la cita ganadera más importante de Ezkerraldea que contó con 63 criadores

Ángel e Izaskun, junto con sus hijos Eider, Izarbe y Mikel, de 3, 6 y casi 8 años respectivamente, fueron algunos de los valientes que ayer desafiaron a la dura jornada climatológica para acercarse a disfrutar de la feria ganadera de La Arboleda que en su XVI edición reunió a 63 criadores de vacas, caballos, burros, ovejas, cabras e incluso algunos perros de pastor y villanos. “Venimos desde Bilbao, de Indautxu, porque a pesar de que el día no está muy apacible, a los niños les viene bien disfrutar de actividades al aire libre como esta en la que pueden ver animales que no suelen pasear por Bilbao”, apuntaba Izaskun, mientras sus dos hijos mayores se acercaban a la zona donde los ponis que había traído la organización -la asociación de ganaderos La Ronda- para pasear a los más pequeños se guarecían de la lluvia bajo los árboles cercanos al albergue foral de este enclave trapagarandarra.

“Es una pena lo del tiempo sobre todo porque fíjate que con que sol despedimos octubre”, lamentaba la portavoz del equipo de gobierno, Ainhoa Santisteban, quien no obstante remarcaba que “esta feria ha calado entre los seguidores del sector primario, tanto ganadero como agrícola y artesanal que se dan cita aquí y cuenta con un público fiel que acude a la feria de La Arboleda haga el tiempo que haga”.

Una fidelidad que se refleja también en la oferta. Este año a pesar de las inclemencias no faltó ninguno de los 63 ganaderos inscritos y apenas se notó la falta de artesanos que este año pudieron ocupar alguna de las 40 casetas cedidas por la BBK -el doble que el pasado año- y mostrar su saber hacer e incluso sus innovaciones.

‘Vintage’ Es el caso de la firma de vermut Txurrut en cuya tercera comparecencia en La Arboleda presentó su edición limitada de Vermut Vintage. “Es un vermut que los catalanes llaman vermut de tarde por su gradación que llega a los 18 grados”, señalaba uno de los responsables de la firma que recientemente presentó oficialmente su innovación -junto con dos delicatessen que mezclan el vermut blanco y rojo vintage con castañas- en la feria bienal Alimentaria Barcelona celebrada a finales de abril. “Era conocida la conserva de castaña en almíbar pero nunca se había hecho con vermut”, aseguran desde Txurrut, una empresa radicada en Sopuerta.

Cerca de su caseta, Esteban Iglesias, un mago del fimo y la plastilina volvía a Meatzaldea -él inauguró el vivero de empresas del Preventorio en Abanto-Zierbena- después de un periplo por Castilla y León donde ha dejado huella con sus figuras encargadas por cofradías de penitentes de la Semana Santa. “Las ferias como esta de La Arboleda son un gran escaparate para mi obra que ahora mismo se está afianzando en figuras modeladas de mayor tamaño que los broches y colgantes que son mi seña de identidad”.

Por contra, la lluvia impidió disfrutar a los visitantes de la exhibición de aizkolaris en la que estaba prevista la actuación y reconocimiento al barakaldarra Julián Larrea.

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